Los niños mayores de 9 años, los adolescentes e incluso los jóvenes pueden aprender a meditar, sobre todo cuando ven que les es útil.

Las visualizaciones, relajaciones y meditaciones que te ofrezco les ayudan a centrarse en sus deberes, a concentrarse en lo que desean; les ayudan a hacer frente a las tentaciones de las redes sociales, a las diferentes adicciones.

Por supuesto, son un gran recurso para gestionar sus emociones.

El objetivo de todo ello: un desarrollo sano, armónico e integral del chico.

Atrévete con ello. Para tus hijos o para tus alumnos.

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