La culpa es de los padres. La culpa es siempre de los padres. De esos padres entre los que no me incluyo, aunque yo también sea madre. De esos padres que no juegan con sus hijos y que sólo les dan un móvil o les encienden la tele.
Yo también he criticado y denuncio el uso abusivo de las pantallas en niños pequeños, y llamo la atención sobre las consecuencias que los profesionales estamos viendo en los niños, sobre todo en cuanto al desarrollo del lenguaje.
Pero seamos un poco coherentes porque a todos nos parece muy bien que cuando estamos en un restaurante o en un bar, los niños de la mesa de al lado estén con un móvil para no molestar. De acuerdo que la responsabilidad de estar ahí es de los padres de esos niños, pero quién no ha quedado en un bar con un amigo que lleva a su hijo porque no tiene con quién dejarlo, en lugar de proponerle otro plan como ir a un parque, dar un paseo o incluso estar en su casa.
Por otro lado, pocos critican la cantidad de material para niños y bebés que está en la web. Yo misma acabo de grabar otro video de meditación para niños. Y todos nosotros hemos crecido viendo la televisión. Tal vez no tanta, pero la hemos visto. Hemos comido viendo el telediario, y hemos merendado el bocadillo de novilla viendo barrio sésamo. Más dosificado, menos oferta. Ahora es todo más fácil, pero tampoco nos rasguemos las vestiduras, y el que esté libre de culpa, que tire la primera piedra.
Seamos coherentes. Definitivamente todo en su justa medida, pero no echemos la culpa sólo a esos padres, que nunca somos nosotros.
Y cambiemos la culpa por responsabilidad, porque es más sano. Nos invita a la acción y no a la crítica, y nos ayuda a cambiar y a tomar consciencia.