La comunicación asertiva es una habilidad esencial en el entorno laboral que permite expresar opiniones, necesidades y sentimientos de manera clara y respetuosa, sin caer en la agresividad ni en la pasividad. Este tipo de comunicación favorece la creación de un ambiente de trabajo colaborativo y productivo, donde las relaciones interpersonales son más efectivas y fluidas. Aplicar técnicas de comunicación asertiva no solo mejora la interacción con los compañeros y supervisores, sino que también ayuda a desarrollar importantes habilidades interpersonales que impulsan el crecimiento profesional.
En este artículo, exploraremos algunas de las técnicas más efectivas para desarrollar una comunicación asertiva en el trabajo y cómo su implementación puede llevar a una notable mejora en el trabajo.
Técnica de la «escucha activa»
Una de las bases fundamentales de la comunicación asertiva es la escucha activa. Este enfoque implica no solo escuchar las palabras que una persona dice, sino también prestar atención a las señales no verbales, como el lenguaje corporal y el tono de voz. Practicar la escucha activa significa que, al interactuar con colegas o supervisores, debemos estar completamente presentes, mostrando interés genuino en lo que la otra persona está diciendo.
Para poner en práctica esta técnica, es importante evitar interrumpir o hacer suposiciones mientras el otro habla. A través de la escucha activa, podemos evitar malentendidos, responder de manera adecuada y construir un ambiente de confianza mutua. En el entorno laboral, esta técnica ayuda a reducir conflictos y mejorar la cooperación entre los miembros del equipo.
Expresión clara y directa de ideas
Otra técnica clave para desarrollar una comunicación asertiva es aprender a expresar las ideas de manera clara y directa. En muchos entornos laborales, la comunicación puede verse afectada por la falta de claridad o por el miedo a ser demasiado directo. Sin embargo, la asertividad implica hablar con honestidad, sin rodeos, y al mismo tiempo ser respetuoso.
Para ello, es útil emplear mensajes en primera persona, como «yo siento», «yo creo», en lugar de culpar o acusar al otro. Esta estrategia permite expresar nuestras necesidades o preocupaciones sin crear una confrontación.
Uso adecuado del lenguaje no verbal
El lenguaje corporal y el tono de voz son aspectos esenciales de la comunicación asertiva. El modo en que decimos algo puede ser tan importante como lo que decimos. Mantener un tono de voz neutral pero firme, hacer contacto visual y utilizar gestos abiertos puede transmitir seguridad y respeto, elementos esenciales en cualquier conversación asertiva.
Es importante recordar que una postura relajada y un tono de voz adecuado ayudan a evitar malentendidos y a transmitir el mensaje de manera más efectiva. En contraste, un tono agresivo o una postura corporal defensiva pueden generar conflictos innecesarios y perjudicar las relaciones laborales.
Aprender a decir «no» de manera respetuosa
Saber decir «no» es una habilidad crítica en la comunicación asertiva. Muchas veces, los empleados sienten la necesidad de aceptar todas las solicitudes o tareas por miedo a parecer incompetentes o poco colaborativos. Sin embargo, sobrecargarse de trabajo puede afectar tanto el rendimiento personal como el del equipo.
Decir «no» de manera asertiva implica rechazar una solicitud sin sentirse culpable, pero manteniendo una actitud de respeto. Una forma eficaz de hacerlo es ofrecer una explicación breve pero clara del porqué de la negativa, y si es posible, sugerir una alternativa o una solución. Este enfoque muestra respeto por las necesidades del otro sin comprometer tu propio bienestar o capacidad de cumplir con las responsabilidades.
Retroalimentación constructiva
La retroalimentación es parte esencial del entorno laboral, pero para que sea realmente efectiva, debe ser constructiva. La comunicación asertiva nos permite dar retroalimentación de una manera que motive y mejore el rendimiento del otro, sin que se sienta atacado.
Para dar retroalimentación de forma constructiva, es importante enfocarse en el comportamiento o en el resultado específico, en lugar de criticar a la persona. Utilizar frases como «He notado que…» o «Me gustaría sugerir…» ayuda a presentar la crítica de una forma que fomente la mejora y evite la defensiva.
Beneficios de la comunicación asertiva en el entorno laboral
Implementar técnicas de comunicación asertiva no solo mejora las relaciones interpersonales, sino que también impulsa una mayor mejora en el trabajo. Los empleados que se comunican asertivamente son más capaces de resolver conflictos de manera eficaz, lo que a su vez fomenta un ambiente de trabajo más colaborativo y positivo.
Además, la asertividad ayuda a mejorar la autoestima y la autoconfianza, ya que los empleados que pueden expresar sus necesidades y deseos de manera clara y respetuosa se sienten más valorados y empoderados. También fomenta una mayor productividad, ya que la claridad en la comunicación evita malentendidos y asegura que todos los miembros del equipo estén alineados en sus objetivos y expectativas.
La comunicación asertiva, cuando se practica correctamente, puede transformar el entorno laboral, haciéndolo más eficiente, respetuoso y motivador. Con el apoyo de expertos como Patricia Díaz-Caneja, las empresas pueden fomentar estas habilidades entre sus empleados, mejorando tanto el ambiente laboral como el rendimiento individual y colectivo.